Antoni Llena
A34
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Overview
Antoni Llena
Desde el inicio de su carrera quiso reflejar su tiempo histórico sin renunciar a la memoria del pasado ni al deseo de anunciar la incertidumbre del futuro. “Mi tiempo era frágil y así quería expresarlo.”
En 1967 crea diminutas esculturas de papel cuyos restos guarda después en sobres de celofán y titula "esculturas disecadas".
En los 80 trabaja con papeles de colores superpuestos y plegados que recorta con un cúter, como un escultor vacía la piedra.
Durante los 90 se centra en obras tridimensionales realizadas con materiales de desecho. Y consigue convertir esos materiales en figuras tonales con ecos de Morandi y Watteau.
Desde 2005 dibuja todos los días una especie de diario que entiende como escritura, como lenguaje plástico en el sentido más amplio.
Desde el inicio de su carrera quiso reflejar su tiempo histórico sin renunciar a la memoria del pasado ni al deseo de anunciar la incertidumbre del futuro. “Mi tiempo era frágil y así quería expresarlo.”
En 1967 crea diminutas esculturas de papel cuyos restos guarda después en sobres de celofán y titula "esculturas disecadas".
En los 80 trabaja con papeles de colores superpuestos y plegados que recorta con un cúter, como un escultor vacía la piedra.
Durante los 90 se centra en obras tridimensionales realizadas con materiales de desecho. Y consigue convertir esos materiales en figuras tonales con ecos de Morandi y Watteau.
Desde 2005 dibuja todos los días una especie de diario que entiende como escritura, como lenguaje plástico en el sentido más amplio.
